Los implantes dentales suelen ser una solución de por vida para la pérdida de dientes. Como se mencionó anteriormente, tu cuerpo rechazará muy ocasionalmente un implante en los primeros meses, pero esto es muy poco común. Sin embargo, existe una enfermedad dental llamada periimplantitis que, si no se trata, puede resultar en la pérdida de un implante.
Los síntomas de la periimplantitis son una sensación de dolor sordo, encías sensibles, ganglios linfáticos inflamados, sangrado al sondear o cepillar las encías alrededor del implante, la presencia de pus acompañada de mal sabor, encías inflamadas y enrojecidas alrededor del implante. La presencia de estos síntomas puede hacer que tu dentista tome una radiografía del hueso alrededor de tu implante. La periimplantitis se confirma si esa radiografía muestra que el hueso retrocede combinado con el sondaje de los bolsillos periimplantarios alrededor del implante.
La periimplantitis es una forma grave de infección dental que puede causar problemas de salud mucho más allá de la boca, sin mencionar que puede resultar en la pérdida de su implante y el regreso de los dientes faltantes. Puede prevenir el desarrollo de periimplantitis siguiendo cuidadosamente las instrucciones de cuidado posterior del implante de su dentista y siguiendo los consejos enumerados anteriormente para cuidar sus implantes.